En este contexto, asegura Román que el PP quiso llevárselo al huerto. Ayer anoté el hecho cuidando de atribuir la propuesta a un inconcreto “entorno soriásico” porque preveía el rotundo mentís del ex macho Soria; que, en efecto, se produjo y plantea un problema porque el hombre, ya saben, no es devoto de la verdad y hay que cruzar el desmentido con otras observaciones y evidencias para depurarlo. Por un lado, bien sabemos que su soberbia tiende a impedirle rebajarse a tanto; sin descartar que pueda apearle de ella su concepción de la política como mero reparto mercantil del poder. Habría que ponderar, asimismo, si la propuesta se relaciona con las generales de 2008 por cuanto interesa a Génova reducir el acceso del PSOE a cargos territoriales desde los que proyectaría sus demoniacas proposiciones de romper España e islas adyacentes y subyacentes. Buena muestra de que ya tiene el PP las generales en el visor es la disposición de Gallardón a ayudar a Rajoy a echar a Zapatero y salvar España. La de ellos, claro. Con todo, me quedo con la idea de que alguien del entorno soriásico sondeara a Román; por libre, para apuntarse un servicio, o con el tácito consentimiento del ex macho dispuesto a recibirlo al pie de los seis escalones mayestáticos. Del mismo circo forma parte la especie de que López Aguilar está enviando recaditos a diputados de CC en busca de los apoyos que necesita. No me sorprendería que así fuera, para qué engañarles. Lo que sí me sorprende es que José Miguel Barragán, secretario de organización de CC, se cogiera de las vigas del techo del fuerte cabreo. No porque la indignación no sea libre sino por lo que denota de poca confianza en la lealtad de los suyos. Y no se le ha ocurrido pensar que ande de por medio alguien que sabe diferenciar entre retirarse e irse del todo y tiene la misma mentalidad de Soria quien anunció su pase a la oposición como si fuera por decisión propia y en tono de amenaza. Genio y figura.