Espacio de opinión de Canarias Ahora
Papanatismo rajoyano
Traducida a romance, la imitación de Cameron significa que Rajoy procederá a privatizaciones en Dependencia, Educación, Sanidad, servicios sociales en general, etcétera. Además, anuncia el desmontaje de las reformas acometidas por Zapatero, como la del aborto y la eliminación de los matrimonios homosexuales. Y supongo que enviará a la trituradora de papeles el proyecto de Libertad Religiosa que Zapatero escondió en el fondo del cajón; con lo que no liberó al Gobierno del pago de 200.000 euros por hora que permanezca en España Benedicto XVI. Ahí no hay recortes. Yo añadiría, en plan malévolo, que podría aprovechar el embullito para mandar al dique seco a la Fiscalía Anticorrupción que tanto crispa. Al tiempo, en fin, que uno de sus principales consejeros, José María Lassalle, anda diciendo que “hace falta más reforma laboral”, a pique de que se cabreen los sindicatos.
Uno, qué quieren, sospechaba los planes de Rajoy. Lo he escrito varias veces y si lo recuerdo ahora no es para alardear de olfato sino para subrayar que estaba cantado: fueron muchos los que lo dijeron antes que yo y no se necesita cualidad especial alguna para barruntar que tarde o temprano enseñaría la patita derechosa. Los chistes de Rajoy fumándose un puro tumbado en la cheslón, como Sarita Montiel en sus días lozanos, reflejaban bien la estrategia de esperar (fumando, of course) a que Zapatero se queme con sus medidas liberales anticrisis para después llegar él, encontrarse el trabajo feo hecho y limitarse a apretar tuercas flojas. Lo que le resultó, les dije, si nos atenemos a las encuestas: siempre se ha dicho que cuando la izquierda gobierna con políticas de derechas, la gente acaba pensando que para ese viaje prefiere el original.
Lástima que en este país el papanatismo no dé para más. Porque, ahora mismo, los ingleses, incluida la Prensa de derechas, debaten si las medidas de Cameron son las adecuadas, si favorecerán o no la recuperación y si son realmente justas, o sea, si van contra los más pobres o los más ricos. El debate ha llegado al extremo de que el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, habla de la posibilidad de una “limpieza étnica social” que acabe dándole por saco a los más pobres, dicho en términos de los progres de mierda que dice Aznar, alabado sea Dios. Rajoy, ya digo, se quitó la careta en la larga entrevista del domingo en El País. En ella aseguró que no tiene compromisos con nadie. Imagino que se refería a esos compromisos que tienen en los juzgados a medio PP, víctima de la injusta persecución de Rubalcaba; porque, como señala Miguel Angel Aguilar, sin los compromisos propios del hombre, animal social con perdón, es imposible que alguien pueda llegar “a la presidencia del Gobierno, al liderazgo de un partido político, al obispado de Cuenca o a conseguir un estanco”. Razones.
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