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Las (posibles) mentiras de Mauricio

Rafael González Morera

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Se suceden los hechos probables y hasta posibles en 2016 a una velocidad de vértigo, y la que te rondaré morena. Ahora me encuentro de nuevo con las (posibles) mentiras de Mauricio en la entrevista magnífica que Carmelo Rivero le hizo en Diario de Avisos. De repente me tropiezo con una Hezpaña que quiere caminar hacia su normalidad democrática porque cuando está muriendo lo viejo y está naciendo lo nuevo, siempre hay dolor. Mucho dolor. Con la llamada transición, muy poco democrática, reformista y no rupturista, en donde se dejaron los cimientos, incluso el Valle de los Caídos, y hasta los techos de la dictadura y se hicieron pocos cambios profundos en la nueva etapa monárquica franquista/borbónica, y sin embargo los parches y recauchutados comenzaron con los acuerdos de Juan Carlos Borbón, Adolfo Suárez, Manuel Fraga, Felipe González y Santiago Carrillo, primero para la legalización del Partido Comunista de España, y luego para apuntalar el sistema económico financiero que venía de la época franquista, tales y cuáles.

José Carlos llegó al PCE en Canarias –antes de ser Partido Comunista de Canarias/PCE- después de haber estudiado en Madrid, en los umbrales y la gestación de la intrasición poco democrática, y con el apoyo de Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri, y del Comité Ejecutivo del partido, desplazó a Toni Gallardo de la dirección. Conocí a Mauricio como compañero en la redacción de Diario de Las Palmas en donde dejó constancia de ser un excelente periodista, y tengo múltiples anécdotas que contar, pero ahora no viene al caso. Después de los sucesos de Sardina en septiembre de 1968, en donde escapé al menos a un buen susto por no haber podido ir ese domingo a la reunión de Sardina, porque tuve que desplazarme a Tenerife para cubrir el partido de liga Unión Deportiva- Atlético de Madrid para La Provincia por el cierre del Estadio Insular. Ese domingo, en un asadero en Sardina, la policía política, la temida Brigada Política Social, y la Guardia Civil, lo convirtieron en una escabechina con numerosos heridos y detenidos y desmanteló a toda la dirección del PCE en Canarias. Gallardo Navarro en esas fechas había sido cuestionado por los dirigentes comunistas españolistas por su “aventurerismo” como le acusaron algunos colaboracionistas con la monarquía juancarlista, y tras la estancia de Toni en la cárcel se celebró una sesión del Comité Central ampliado en un lugar de Gran Canaria de cuyo nombre no quiero acordarme, porque igual el camarada y la familia del mismo propietario de la finca de la cita subversiva no quieren dar a conocer su implicación en la tal reunión comunista. Lo cierto es que en mi caso llegué al lugar clandestino muy gallardista, y salí mauricista total con armas y bagajes, tal fue la capacidad dialéctica de Mauricio. Aplastó a Toni Gallardo incluso con una oratoria de gran nivel, con filípicas en la fase final del cónclave rojo en las tres horas y pico que duró la reunión muy peligrosa todavía con el franquismo dando los coletazos finales que te podían acarrear la tortura o la cárcel. O las dos cosas a la vez.

La excelente entrevista que le hizo Carmelo Rivero a José Carlos Mauricio en el Diario de Avisos el domingo 13 de marzo me ha movido a escribir este artículo que también quiero que sea una autocrítica por mi colaboración con este dirigente comunista canario durante algunos años, pero que en aquel contexto político creo que fue necesaria y no me arrepiento, al contrario. Pepe Carlos, para los más cercanos y allegados, era un encantador de serpientes, pero que te soltaba muchas trolas y bolas en sus comunicaciones con la Ejecutiva, Comité Central del partido, y con todos los militantes. Pero de todas formas una de las cuestiones de las cuales estoy orgulloso de haber participado es en la revista Sansofé dirigida siempre por Mauricio, pero con directores “oficiales” interpuestos y en la cual Pepe Alemán tuvo una gran participación intelectual. También tengo un orgullo histórico en haber sido cofundador del PCC/PCE, Partido Comunista de Canarias/PCE, y de su órgano oficial Tierra Canaria en la clandestinidad, en donde también Pepe Alemán fue su director, pero ninguneado por el propio Mauricio y Fernando González que lo consideraban muy crítico y demasiado analista con los muchos errores del partido.

Pero en donde Mauricio comienza en mi opinión a decir posibles (o probables) mentiras en el diálogo con Carmelo Rivero es cuando afirma que fue Juan Carlos Borbón quién tras una larga conversación con Carrillo le dijo a Suárez “adelante, legaliza al PCE, estos aceptan la monarquía y la bandera monárquica”, y en esto empieza con sus particulares cambios a la historia real que incluso Carrillo ha contado en sus memorias, y que además otros historiadores indican quienes realmente propiciaron que los comunistas entraran en el juego democrático monárquico, realmente correspondió esta iniciativa a la CIA norteamericana y a los servicios de inteligencia de Alemania Federal, con el apoyo total además de Willy Brandt y de Jimmy Carter a Felipe González, con el objeto de que el PSOE fuese el tapón y el gran muro de un PCE que estaba muy fuerte en los finales de la dictadura. Carrillo no habla de esto en sus recuerdos pero sí deja claro que fue Suárez quién propició todo el cambio de la dictadura hacia la monarquía borbónica con el apoyo de los servicios secretos españoles, la CIA y la “inteligencia” alemana.

Mauricio en una reunión en la sede del PCC/PCE de la porteña calle de Prudencio Morales nos vendió la moto de la importancia de reconocer a la Monarquía y a la bandera franquista/borbónica, y nos reveló las amenazas de Adolfo Suárez y Manuel Fraga a González y Carrillo poniendo al Ejército como posible brazo ejecutor de una ampliación de la dictadura, hasta el punto que salí para mi casa que estaba muy cerca algo acojonado. En realidad aquello era la intrasición creada por las fuerzas negras del franquismo representadas por el sanedrín, el sistema económico, y el político con Suárez y Fraga de inductores, y con González bajándose los pantalones y obligando a un Carrillo venido del exilio a admitir al menos un final de su vida en Hezpaña aunque fuese pseudodemocrática. Creo firmemente que en esta etapa de la intrasición en Canarias, personajes como Mauricio, Saavedra, Olarte, Bravo de Laguna, Fernando Bergasa, Alfonso Soriano, Vicente Álvarez Pedreira, Ucelay Sabina, Fernando Fernández, y otros muchos, han sido los responsables de un Estatuto de Autonomía de Segunda División y de una Ley Electoral de Tercera Regional, vergonzosa, impúdica, la más injusta de las injustas, incluso más que en Etiopía, Birmania, Irak o Afganistán.

De las (posibles) mentiras de Mauricio creo que no vale la pena que me extienda mucho. Cuando ahora se vuelve a suspirar, a luchar por la Unidad Popular de la Izquierda, fue Mauricio el que impidió una coalición en 1979 con la Unión del Pueblo Canario que lideró el inolvidable, honesto, honrado, irrepetible, Fernando Sagaseta, que en esas elecciones consiguió un escaño en el Congreso de los Diputados y derrotó a Mauricio por un amplio margen de votos. El enfrentamiento con Sagaseta comenzó a debilitar a Mauricio en la izquierda canaria, y primero el Pueblo Canario Unido (PCU) en las elecciones constituyentes de 1977, y tras esta primera experiencia el proyecto izquierdista independentista se amplía a la Unión del Pueblo Canario (UPC), que en las siguientes elecciones de 1979 tienen un éxito que ponen muy nerviosos a la derecha tradicional canaria con la llegada de Sagaseta al Congreso de los Diputados, y luego en las municipales con Manuel Bermejo obteniendo la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. La pelea de Mauricio con Sagaseta, aunque en Fernando siempre hubo una tremenda generosidad con respecto a las posiciones irreductibles del líder oficial comunista del PCC/PCE terminó con un divorcio total que impidió una alianza en un frente amplio, en una unidad popular que ahora se sigue tejiendo con una pérdida de tiempo histórica.

De los tiempos actuales intentaré ser moderado en mis críticas a Mauricio, a sus posibles mentiras, pero cuando habla de que el PP, PSOE y C´s bailen la yenka con Podemos me da una auténtica pena de un hombre que fue esperanza de la izquierda canaria y que ha terminado en el mayor de los ridículos. Y termina con una de sus ideas mauricistas mas jocosas, emulando a sus tiempos del time/sharing o el ¡Salvar Canarias!, proponiendo en la situación política actual un gobierno del PSOE con Ciudadanos apoyándose un ratito en Podemos y otro ratito con el Partido Popular, (textual en sus respuestas) bailando la yenka, un pasito p’alante, un pasito p’atrás. uno a la derecha, otro a la izquierda, un, dos, tres, y vuelta a empezar. En la entrevista en Diario de Avisos con Carmelo Rivero, en donde se lució el entrevistador y quedó en evidencia el entrevistado, Mauricio no cita para nada la posibilidad de un pacto entre PSOE, Podemos, Izquierda Unidad/Unidad Popular, con el apoyo del Partido Nacionalista Vasco, y se manifiesta en una solución muy centralista, radial, y excluyendo el multinacionalismo, la descentralización, la realidad de las nacionalidades históricas. De Catalunya, Euskadi y Galiza, estarán hablando mis futuros colegas hasta el siglo XXII si seguimos en estas tesituras y componendas de la intrasición franquista/borbónica. Para reconfirmar su giro a la derecha muy centralista tales y cuales, su calificación del líder del laborismo británico Corbyn como un político de extrema izquierda refleja su actual pensamiento retrógrado. Llego a la conclusión final que Pepe Carlos está muy identificado con mi colega Letizia Ortíz sobre la impresión de Hezpaña, que es una merde.

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