El PP y el ''interés general''

Luego Álvarez Cascos fue ministro de Fomento, y demostró que seguía empeñado en el “interés general” cuando se puso a inaugurar esculturas pagadas por su ministerio que se compraban a una galería de arte propiedad de la señora con la que ayer celebró el día de los enamorados. En las hemerotecas están las fotos de la inauguración de una escultura de Martín Chirino en una rotonda de la circunvalación de la capital grancanaria. Se ve a Álvarez Cascos junto a Pepa Luzardo y a su amada galerista, aunque en esa fecha oficialmente Cascos tenía otra esposa que ahora baila en televisión. Unos meses después nos pudimos enterar que el antiguo número dos del PP practicaba la poligamia, pero no lo decía públicamente. Hemos tenido que esperar hasta esta campaña electoral para conocer las razones del secreto de Álvarez Cascos. Resulta que la poligamia no es una costumbre española, por eso si los del PP la practican no lo pueden contar públicamente. El ejemplo contrario es la imagen de Álvarez Cascos aplaudiendo la ceremonia de tortura y asesinato de un toro. Eso sí que es una costumbre española, por eso la prensa ha podido ser testigo de la fiesta.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias considera ilegal otro plan aprobado por el gobierno municipal del PP. Ayer José Manuel Soria declaró que decidió aprobar la construcción de dos torres de 15 plantas en Schamann porque contaba con informes técnicos favorables y defendía el “interés general”. Lo de los informes técnicos no es una costumbre española, sino una tradición del PP de Soria. Cuando los informes eran desfavorables se encargaban unos nuevos, aunque para evitar nuevos contratiempos se echaba a la oposición de la mesa técnica y entonces salían los informes ajustados a sus deseos. Lo del “interés general” de las torres es igual de creíble que el fútbol de Álvarez Cascos. Resulta que los vecinos de Schamann y Escaleritas se oponían a la construcción de 120 viviendas porque los barrios más saturados de la ciudad lo que necesitaban eran espacios libres. Todos los partidos de la oposición rechazaban también el proyecto porque creían que los vecinos tenían razón. Los únicos que consideraban interesante la construcción de las dos torres de viviendas privadas eran los que iban a ganar mucho dinero con ese proyecto. Está claro que el actual líder de PP de las islas tiene la misma debilidad que Álvarez Cascos: llama “interés general” a lo que el resto de la ciudadanía denomina “pelotazo” (expresión que vale tanto para el fútbol de Telefónica como para la especulación urbanística privada e ilegal aprobada por PP Manuel Soria).

Juan García Luján