Presupuestos tengas y los ganes

Quiero decir que si Soria entra por el aro en el pleno de hoy no impide la aprobación de los presupuestos aun manteniendo el Gobierno los 86 millones, volvería a ponerse de manifiesto que es un ser que no puede ser y estaría claro que le pueden las ganas de enredar. Y si los presupuestos embarrancan porque a CC no ha querido retirar esos dineros y éstos responden de verdad a compromisos de Madrid pendientes de ser aprobado en el Congreso, ya veremos cómo se recuperan luego.

Por su parte, los psocialistas andan resistidos a meterse en camisa de once varas con este asunto. Desconfían, como no podía ser menos, de unos presupuestos elaborados por Soria y no piensan votar su aprobación así se la reclame Zapatero para que no se le desmanden los diputados nacionalistas. Dice José Miguel Pérez que, tras la salida de Soria del Gobierno, no ha mostrado CC interés alguno en negociar con ellos. Lo que le lleva a la conclusión lógica de que se trata de un montaje, es decir, que el PP y CC se han pasado varios pueblos en la escenificación de su falsa ruptura de cara a las próximas elecciones y que han querido enredar a los psocialistas; que están seguros de que, de una u otra manera, el PP apoyará los presupuestos. La idea de que Rivero le está guardando el puesto a Soria para volver a pactar el Gobierno tras las próximas elecciones está en el aire. Vayan ustedes a saber de unos partidos que muchos meses antes de las elecciones anteriores ya tenían apalabrado el apaño que los mantuvieron unidos en el Gobierno hasta hace poco. Añadiría la sorpresa de Jerónimo Saavedra ante el aguante y la paciencia de Paulino ante las tarascadas sorianas porque pudiera sea que estuvieran en el acuerdo de la supuesta simulación de distanciamiento.

Quizá hoy, tras las votaciones, podamos entrever lo que hay. Por mi parte, no me calentaré la cabeza. No merece la pena. Me interesa más averiguar qué celebraron varios personajes relacionados con el asunto de la hemodiálisis en el restaurante Kabuki Wellington, de Madrid. Fue al día siguiente de ganar España el Mundial de fútbol, así que quienes los vieron pensaron que habían sufrido una subida de patriotismo futbolero de las que remiten comiendo; como en la diabetes, creo. Hasta que saltaron las noticias del concurso de la hemodiálisis y ataron cabos; los malpensados.

Añadiré, por si le sirve a Fernando Bañolas para revisar el expediente, que el Kabuki es de los restaurantes más caros de Madrid, a razón de 150 euros por cabeza los días que está en oferta, razón por la que lo rebautizaron “Clabuki”. Con razón.