La procesión de Rajoy

La procesión de este lunes comenzó con unas pibas que se hicieron unas fotos con el político gallego. “Ya tenemos una foto con el presidente del gobierno”. “Todavía no”, les aclaró Rajoy con una sonrisa de hombre agradecido ante dos fans que lo ven en la Moncloa. “Ah, pero tú no eres Rodríguez Zapatero”, exclamaron las chiquillas con cara de decepción porque el señor de la foto todavía no manda tanto.

Al final eso de repetir “todos los políticos son iguales” tiene sus consecuencias, que ni siquiera diferenciamos a los que se afeitan de los que tienen barba. Porque aunque todos digan que sí al FMI, todos escuchen los consejos del oligarca Botín, todos consideren que el problema no es el paro sino el déficit del Estado, por lo menos conviene diferenciar a los que tienen barbas y gafas de los que no las tienen. Rajoy no es ZP, aunque les manden los mismos.

Después de Tenerife fueron a la Gomera. Allí Rajoy huyó de adolescentes despitadas y se mezcló con chiquillos que hablaban el silbo, así no se vería en problemas porque si le dicen “ah, pero usted no es Paulino Rivero”, los periodistas no se van a enterar. Buscaba Mariano en la Gomera a una mujer que no es adolescente y que sí sabe reconocer a Zapatero y diferenciarlo del político gallego. La mujer es la turista más ilustre de estos días. Se llama Angela Merkel, y el equipo de Rajoy tuvo el detalle de alojar al presidente del PP en el mismo hotel donde se la canciller alemana pasa unos días de vacaciones.

Pero en La Gomera doña Angela va de su corazón a sus asuntos, y no tiene ganas de fotografías. Segundo fiasco de la jornada. La procesión se está convirtiendo ya en un calvario. Más que un desfile triunfal, la marcha de Rajoy por las islas parece un éxodo como el que hicieron los judíos. “Partieron los hijos de Israel de remeses para Sucot en número de unos seiscientos mil infantes, sin contar con los niños?” Dijo Yavé a Moisés que el día del éxodo “no se comerá pan fermentado”. Cada año los judios celebran la semana santa quemando la levadura y haciendo un ayuno de pan durante siete días. En la procesión que Rajoy protagonizó ayer en Tenerife y la Gomera tampoco hubo pan, pero sí mucha miga.

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Juan García Luján