El régimen busca sustituto

Sólo en un régimen político un presidente utiliza la Cámara para anunciar cuestiones internas de una fuerza política. Han confundido partido con Gobierno y tratan al Parlamento como si fuera el Consejo Político de CC. Sobre todo porque hace tres días sembró dudas sobre su candidatura, por lo que todo hace pensar que se ha tratado de una maniobra de marketing político (pese a que en el debate dijo que no gobierna por medio de titulares) para no ir al pleno como un político agotado, con una fuerza política sometida a las tensiones de los casos de corrupción, con lo que debería ser un fin de ciclo en la historia reciente de Canarias. Porque con Adán deberían irse unos cuantos más. Es su primera despedida, porque ahora se va a estar despidiendo hasta mayo. Cada acto será un homenaje a un hombre con casi 30 años de vida política en la Administración pública canaria, manejando planes, proyectos, subvenciones, leyes, decretos: cuatro años como concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz, trece años como presidente del Cabildo, cuatro años como vicepresidente y cuatro años como presidente. Para los que se quejan de Hugo Chávez.Ha convertido el Debate del Estado de la Nacionalidad en un debate sobre los cuatro años de su lamentable gobierno, uno de los más penosos de la comunidad autónoma. Los años de gobierno de Adán Martín serán recordados, por miles de personas, como años de dura oposición al puerto industrial de Granadilla, a la vía exterior, a la Reserva de Inversiones, al modelo económico insostenible que mantiene a los trabajadores canarios con los salarios más bajos del Estado, con el récord de horas extraordinarias, con increíbles beneficios fiscales para los empresarios. Y como la época de detención e imputación de alcaldes y otros cargos públicos por presunta corrupción, esa que no puede eludir Adán Martín en su discurso. Se va siendo el segundo presidente de comunidad autónoma peor valorado por los ciudadanos, según una encuesta del CIS. En esa estadística también estamos a la cola del Estado, como en Sanidad y Educación.Pese a que se ha lanzado una cortina de humo sobre la nefasta gestión de este Gobierno con el anuncio de la retirada de Adán (a nadie que haya hecho una extraordinaria gestión se le ocurre ocultarla con el anuncio de su abandono de la política, por lo que se debe entender que ha sido calculado), no van a poder evitar que se haga no sólo un análisis sobre los últimos cuatro años de Gobierno (los más convulsos socialmente que se recuerdan en una sola legislatura) sino sobre el debate de investidura.Del seguimiento a duras penas del debate debido a su pesadez y a la falta de ideas, nos hemos podido enterar de varias cosas: tanto Adán Martín como José Manuel Soria sostienen la tesis de la ultraderecha según la cual los socialistas llegaron al poder gracias a los atentados del 11-M. No van más allá y no lo relacionan, por supuesto, con la guerra de Irak, donde la participación del Ejército español contó con apoyo en masa de todos los diputados del PP. En la pasada legislatura, CC votó en contra de las primeras solicitudes de comparecencias de José María Aznar para que explicara la participación española en el infierno iraquí. Si no se hubiera participado en la invasión de Irak, casi 200 personas no hubieran muerto en esos atentados en Madrid.Si perdieron las elecciones fue gracias a la reacción de la sociedad el 13 de marzo, que no podía ir a votar al día siguiente mientras el Gobierno seguía mintiendo. Lo que le duele a Adán Martín, como dijo tras las elecciones del 14 de marzo de 2004 es que eso espoleara a mucha gente para ir a votar. El presidente en retiro decía entonces que la alta participación de votantes había perjudicado a CC. Por eso no hacen campañas institucionales para estimular que los ciudadanos vayan a votar el próximo mes de mayo. Les beneficia la abstención.Otra coincidencia, más extraña, es la de Juan Carlos Alemán con Adán Martín, ya que, según le dijo el dirigente socialista al presidente en retiro “son más las cosas que nos unen que las que nos separan”. El Puerto de Granadilla, entre ellas, o el REF y la RIC.Renovados el REF y la RIC por otro período de seis años y defendiendo el puerto de Granadilla los socialistas no deberían suponer ningún peligro para el poder político y económico de Tenerife en caso de llegar al Gobierno y quizás menos si renuncian de antemano a gobernar en La Laguna, en Santa Cruz y en la isla, a tenor de las listas y de la situación en la agrupación de Santa Cruz del PSC-PSOE. Una última coincidencia llama poderosamente la atención: el presidente del PP se queja de la Ley Electoral, como muchas fuerzas políticas y colectivos de ciudadanos organizados, pero por cómo se han distribuido los escaños, no por los absurdos topes electorales, ese veto democrático que se consagra en el sistema electoral canario. Quizás si rebajaran esos topes al 3%, como en el resto de provincias, se daría un pequeño impulso a la maltrecha democracia canaria.En cuatro años, han sido incapaces de abrir un debate público sobre el Estatuto, proyecto redactado por un reducido grupo de personas que nadie ha elegido, ni votado: el comité de expertos nombrado por el presidente en retiro. Pero además es impresentable llegar al final de la legislatura sin saber si se aprueba o no el Estatuto y si se incluyen medidas para que se democratice la vida política canaria, como la eliminación de los topes electorales, la posibilidad de disolver la Cámara y convocar elecciones anticipadas o un referéndum revocatorio vinculante. En todo caso, tras la confirmación oficial de la retirada de Adán Martín realizada en el Parlamento de Canarias, el régimen no tardará en buscar un sustituto que gobierne este paraíso fiscal canario.

Ramón Pérez Almodóvar