¿A quiénes representan?

Luego, cómo no, representan a muchísima gente, sobre todo a los que no tienen voz y apenas voto porque, aunque a veces lo ejercen, no les sirve de mucho al ir directamente de la urna a la papelera por culpa del sistema electoral tan poco representativo que deja a mucha gente fuera de juego. En Canarias son decenas de miles y en España millones.

Los diputados canarios entraron por la puerta de atrás del Parlamento para no toparse de frente con las quejas legítimas de los ciudadanos indignados con esta democracia de cartón piedra.

Todavía hay descerebrados que se preguntan a quiénes representan. Cuando uno lee los resultados de las encuestas del CIS sabe que representan a casi un 80% de la ciudadanía. La prensa más reaccionaria quiso desvirtuar la cívica manifestación de protesta del domingo arguyendo que fueron muchos más los que votaron el 22 de mayo, como si fuera incompatible. También son muchos más los que no votaron al PP que los que lo hicieron y sin embargo nadie discute la legitimidad de su triunfo. La manifestación cívica fue un éxito rotundo y eso es lo que molesta a muchos políticos y a periodistas que representan a mucha menos gente que los indignados.

Sabemos a quiénes representa el 15-M, sobre todo por las simpatías que recogen de todos lados. Como sabemos a quiénes representan los políticos, esa clase que sale tan malparada en sus propias encuestas oficiales del CIS. Los que no representan a nadie, ni siquiera a sus oyentes, son esos telepredicadores que se preguntan cada día a quiénes representan los indignados. Si todavía no se han enterado a esta altura de la película, es mejor que se dediquen a otra cosa. Todos saldremos ganando, incluidos ellos mismos.