El rollo ''conspiranoide''

Los “conspiranoides” creen en cosas raras y su mal se les agudiza en periodos electorales, así que no haré el esfuerzo de negar esa sincronía, imposible por razones que no vienen al caso. A la inmensa mayoría de los lectores les importa un pito el asunto; y en la minoría figuran quienes saben lo que hay y los conspiranoides: si a los primeros es innecesario explicarles algo, con los segundos resulta inútil hacerlo.

La última intervención conspiranoide la provocó mi comentario acerca del retraso en Gran Canaria del Plan de Empleo del paulinesado. Fue una información dada por Isabel Guerra, consejera de Empleo de Gran Canaria, publicada, eso sí, en La Provincia donde la leí yo y un número indeterminado de habitantes de la ciudad y del campo. Pero interesaba al conspiranoide de guardia ocultar este extremo para presentar como no menos sincronizado el desinterés por el “rápido desmentido de la Consejería”; el que puntualmente publicaron ayer, por cierto, los periódicos grancanarios.

Aunque no creo preciso aclarar qué cosa sea esto de la conspiranoia, les diré que tomé el término prestado para no caer en la malcriadez de mandarlos directamente a hacer puñetas. Está uno harto del jueguito de identificar las críticas a ATIcc y al Gobierno que comparte con Soria con ataques a Tenerife toda para causarle mal a los tinerfeños.

Como si no supiéramos diferenciar y desconociéramos que entre los recursos de la derecha rancia y casposa, la que padecemos, figura convertir sus intereses privados en generales de la sociedad; sin compartir con ella no ya los réditos sino por lo menos algún billete de Lotería con premio seguro; que haberlos, háylos, al decir.

Deben ser los nervios. No están preparados para enfrentarse al creciente acceso directo del personal a la información. Los ha cogido todavía en el XIX y les pone de mal tabefe que se critique al Gobierno ATIcc-PP en uso del mismo derecho con que ellos lo defienden con el disco rayado del pleitismo, del antinerfeñismo, del ultrainsularismo que ven cuando se miran al espejo.