Salvar al ITC

En distintas ocasiones he señalado que Canarias realiza un débil esfuerzo en I+D+i, situación que resulta imprescindible si queremos cualificar y diversificar nuestra sistema estructura productiva. He destacado que su impulso pasa por potenciar la investigación, vinculándola en mayor medida al tejido productivo y a las demandas de la sociedad canaria; y promoviendo una cultura empresarial de apuesta por la innovación y por la adaptación tecnológica.

Desde Nueva Canarias proponemos aumentar progresivamente el gasto en I+D hasta alcanzar el 2% del PIB en 2015, para converger en 2020 con los objetivos de la Estrategia Europea de invertir el 3% del PIB de la Unión Europea en este área. En nuestra Comunidad el 80% de la aportación es pública, siendo muy baja la aportación privada. Y, lamentablemente, el apoyo público se ha ido reduciendo de manera alarmante.

En 2009, la partida destinada en los Presupuestos canarios fue de 204,8 millones de euros (lo que supone el 0,5% del PIB) mientras que en 2012 se quedó en 167,3 millones de euros (0,37% del PIB) . La reducción fue del 18,3% en cuatro años.

A ello se añade la pésima capacidad de ejecución presupuestaria del Gobierno en este ámbito. Así, en el año 2012 de los 167,3 millones presupuestados sólo han ejecutado 50,7 millones, es decir, un nivel de ejecución del 34%, según respuesta oficial por escrito del Gobierno a diversas preguntas realizadas por el grupo parlamentario de NC. Luego en la práctica se dedica apenas el 0,12% del PIB a I+D+i. Auténticamente desolador.

Liquidación

Paralelamente, el Ejecutivo de CC y PSOE está procediendo a la práctica liquidación ?a través de la reducción del presupuesto y la eliminación de personal investigador- del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), uno de los grandes centros no académicos clave de la estructura de investigación con que cuentan las Islas.

Hay que recordar que en el ámbito de la innovación el ITC fomenta la transferencia tecnológica y de conocimiento a las empresas canarias actuando como organismo de intermediación entre pymes y proveedores de servicios de I+D+i (empresas privadas, universidades y otros organismos públicos); y facilita la presencia en programas estatales o internacionales. Jugando un papel relevante en la transferencia de la tecnología y el conocimiento hacia las empresas, organismos públicos y la propia administración.

Algunos datos, recogidos en la memoria de los 20 años del ITC, avalan su intensa y eficiente tarea,: más de 46.000 empresas han recibido servicios de I+D por parte del ITC, 39.000 de ellas en los últimos cinco años; más de 700 nuevas empresas se han constituido en Canarias a través de los servicios prestados por el ITC; otras 700 empresas de las Islas han recibido fondos de I+D+i gracias a la intervención del ITC; 28.000 personas han recibido formación técnica de alto nivel en el ITC en régimen presencial (cursos específicos, colaboración con universidades, formación de postgrado, etc.); o, asimismo, el hecho de que los diferentes proyectos del ITC han inducido la creación de más de 6.000 empleos directos en Canarias.

La decisión del Ejecutivo de desmantelar el ITC es de una enorme gravedad Por ello, hemos solicitado en el Parlamento dos comparecencias al Gobierno canario y registrado una pregunta oral sobre la revisión del plan de viabilidad del ITC y el posible despido de la mitad de la plantilla, 83 de los 161 trabajadores, a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo.

En el grupo parlamentario de NC ya conocíamos los contenidos del Plan de Viabilidad del ITC de 21 de septiembre de 2012 que planteaba, entre otras medidas, suspensiones temporales de contratos y extinciones de contratos, así como reducciones salariales. Ya han abandonado el Instituto alrededor de 30 personas, quedando los 161 comentados. Pero la nueva propuesta de revisión del Plan de Viabilidad empeora aún las cosas: se plantea como uno de los escenarios el despido de la mitad de la plantilla a través de un ERE extintivo, al argumentar la dirección del ITC que se ha incrementado el déficit.

En los presupuestos de la Comunidad Canaria para este año 2013 presentamos enmiendas para incrementar la aportación al ITC, que se había reducido en el proyecto un 62%. Finalmente, logramos un pequeño incremento de la cantidad inicialmente establecida a través de una partida para encomiendas de trabajo de la Agencia Canaria de Investigación e Innovación, dependiente del presidente del Gobierno.

Estrategia vacía

Mientras esto sucede, el Ejecutivo canario se llena la boca con la “Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias 2014-2020”, que remitirá a la Comisión Europea para poder acceder a los fondos europeos en el marco de la “Estrategia Europa 2020”. Lo primero que tendría que hacer para poder participar eficazmente en la misma es que el ITC, una de las pocas estructuras de investigación implicada activamente en la economía, y el resto de los centros investigadores avancen y tengan un fuerte peso específico.

Sin personal cualificado, sin una apuesta consecuente por la I+D+i, la propuesta gubernamental por un crecimiento “inteligente, sostenible e integrador” se convierte en pura palabrería, en estrategia vacía y puramente propagandística. Salvar el ITC debería ser el primer paso para empezar a caminar en la buena dirección.