La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada
Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Segundo tiene siete vidas

Juan García Luján / Juan García Luján

0

Creció Segundo entre Artenara y Juncalillo jugando con un coche hecho con latas de sardinas. La madre cosía para ganar algunas perras y enseñó a sus hijos a vender huevos para comprar aceitunas. Cuenta Segundo que se tenía que esconder para hacer sus necesidades porque los perros lo perseguían para poder comer algo. Llegó la guerra de Franco y Jesusita tuvo suerte porque sus hijos no fueron obligados a acudir al frente porque eran muy pequeños para ponerse el uniforme, lo que sí debió hacer ella fue entregar a la guardia civil y a los falangistas las pocas joyas que tenía. Le dijeron que debía ayudar a la patria, que así es como llamaban al bando bueno que había iniciado una cruzada contra el bando malo que formaban los rojos, que quemaban las iglesias y mandaban el oro para Moscú, los muy cabrones.

Aunque ganaron los buenos, nadie se acordó de Jesusita para devolverle los anillos que había entregado a la causa. La posguerra era dura en una tierra que no producía lo suficiente para salir adelante en aquel tiempo de silencio que describió en su novela Martin Santos. Jesusita, la tía Elena y los dos niños que ya eran pibitos se mudaron a la capital con lo puesto. En la casa de la madre en Arenales Segundo montó su primer almacén, mientras su hermano comenzó a trabajar en las ambulancias. Las pocas horas libres las dedicó conquistar a una muchacha delgada que también había bajado de la cumbre. Segundo tenía que darle media peseta a las hermanas pequeñas de Carmela para poder echar un puño a la baifa tranquilo .

Con los primeros ahorros se decidió a casarse y comprar un pisito en Las Rehoyas. Una cortísima luna de miel en el hotel de Santa Brígida y a seguir trabajando doce horas al día. Segundo vendiendo comidas y bebidas y Carmela en la tienda de ropas. Segundo consiguió varios premios por sus aciertos comerciales, así pudo viajar a Londres invitado por una casa de güisqui, también conoció París y visitó las bodegas de Andalucía.

Sin títulos académicos, con sólo las cuatro reglas Segundo y Carmela pudieron sacar a la familia adelante. Aquel muchacho que llegó con lo puesto desde Juncalillo cumple hoy 79 años. Quienes lo conocen en la salud y en la enfermedad dicen que Segundo tiene siete vidas, ha vivido dos dictaduras, una república y una monarquía, ha sobrevivido a tres infartos y ha desafiado las prohibiciones de los dulces, las tartas y los helados durante décadas de diabetes. Yo conocí a Segundo hace 40 años, me lo presentaron en la clínica a las pocas horas de mi nacimiento. Me crié escuchando sus chistes, aprendiendo de su honestidad y valorando su capacidad de trabajar. No me gusta contar mi vida ni meter a mi familia en los temas de trabajo. Pero Segundo además de mi padre es un oyente de El Correíllo, un oyente crítico, y creo que nunca es tarde para decirle que estoy muy orgulloso de él. Feliz cumpleaños.

Juan García Luján

Sobre este blog

Espacio de opinión de Canarias Ahora

Etiquetas
stats