No tomarse la vida en serio

Mientras en Bruselas y Estrasburgo hablan de que tratan de abatir al euro, los populares siguen con la matraquilla de señalar a Zapatero como único culpable de la crisis; como si nada tuviera que ver con la mundial ni estuviera en riesgo la moneda europea que, al decir de algunos analistas, ocurriría si España se ve en el trance de acudir también al rescate. Dicen que aún está lejos de esa situación límite, pero lo cierto es que ya no se descarta una posibilidad que tiene tan sin cuidado a la derechona que maneja un asunto de alcance internacional en una cuestión de política interior. Son más de pueblo que las amapolas.

El desprestigio sistemático del Gobierno y el catastrofismo económico, son los ejes argumentales de la campaña contra Zapatero del PP, con su repercusión en los mercados y el consiguiente daño para el país. Lo que no impide a Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del PP en el Congreso, clamar cínicamente por la necesidad de reformas para trasladar confianza y credibilidad a los ciudadanos y los mercados financieros. No dice cuáles han de ser estas reformas y pretende ocultar que los esfuerzos de su partido se dirigen justo contra el restablecimiento de la tal confianza y credibilidad, no vaya a ser que favorezcan a Zapatero y se quede Rajoy por tercera vez sin La Moncloa; con lo que, mecachis, tendríamos que seguir cargando aquí con Soria.

Ayer, mientras me cortaba el pelo, leí en la pared de la barbería el consejo de “no te tomes la vida en serio porque de ella saldrás muerto”. Había dejado escrita media columna y cuando volví a sentarme ante el teclado para terminarla, decidí dejarla tal cual y seguir la recomendación para ponerle punto y final. No hay que tomarse en serio a esta gente.