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Victoria Rosell: ética feminista frente al poder machista

1 de abril de 2021 01:00 h

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Una de las figuras más dignas de respeto de la política española actual es, sin duda, Victoria Rosell, jueza y delegada del Gobierno contra la Violencia de Género.

En una de sus últimas comparecencias mensuales Victoria Rosell, como delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, señaló enérgicamente la importancia de “denunciar o poner el foco” en “determinadas actitudes institucionales”, como la del fiscal del juicio de la manada de Sabadell, para que estas “no sean disuasorias”. Es decir, que no resulten intimidatorias para las víctimas de delitos de violencia de género. Recomienda que se institucionalice que “haya un Estado que diga a las víctimas: yo sí te creo”. Y añade que tal declaración “no vulnera ningún tipo de presunción de inocencia” del acusado. “Ni el fiscal diciéndolo antes de que haya sentencia, ni la sociedad diciendo yo sí te creo, porque socialmente e, incluso, judicialmente, siempre se ha dado menos credibilidad a las mujeres que a los hombres”.

Y es que Victoria Rosell sabe, por experiencia profesional, que nuestra legislación viene de una tradición y aplicación del más puro machismo patriarcal, no sólo desde el periodo del dictador Franco, sino de periodos anteriores a este. La víctima femenina parece convertirse en reo a través de la falta de respeto y consideración a su estado anímico en la comparecencia ante los tribunales.

En este sentido, Victoria Rosell consideró que era “innecesario preguntar, ante el testimonio de una víctima de violencia sexual, cuatro o cinco veces ¿estás segura?, pero sí considera como ”necesario que en el alegato final“, el fiscal confirme que el relato ”le ha resultado creíble y convincente“.

Centros de atención 24 horas

Ante un caso como el de la manada de Sabadell, nuestra delegada del Gobierno ha indicado el valor de la última iniciativa impulsada por Igualdad, y aprobada hace poco en Consejo de Ministros, de poner en marcha los Centros de Atención 24 horas para las víctimas de violencia sexual. 

Por su cargo actual Victoria Rosell se enfrenta a la difícil tarea de impulsar de manera definitiva el Pacto de Estado contra la Violencia de Género y, quienes la conocen bien, tienen confianza de que así lo hará y que esa será una de sus prioridades.

¿Quién es Victoria Rosell? Yo he tenido el honor de haberla conocido antes de que fuera elegida por primera vez como diputada sin saber bien quién era y más tarde participando en varias manifestaciones en Las Palmas de Gran Canaria. Pero si primero era para mí una sonrisa hecha mujer, después de haberme ocupado algo más intensamente con su trayectoria se ha convertido para mí en un referente ético de primer orden.

María Victoria Rosell Aguilar nació en Murcia el 22 de agosto de 1968 y su talante lo demostró ya en la sesión de investidura de Gobierno, luciendo dos mariposas moradas contra la violencia de género. Las había recibido de Itziar Prats, la madre que perdió a sus dos hijas, asesinadas por su exmarido y padre de las niñas después y a pesar de que ella, Itziar, hubiese denunciado que corrían peligro. Itziar Prats hace y regala las mariposas moradas para concienciar sobre la violencia machista y dar un sentido a su dolor. Dos de estas mariposas moradas llegaron a Rosell, que lo cuenta así : “Mientras la ultraderecha niega la violencia machista en el Congreso, muchas traemos la dignidad colectiva del feminismo y la verdad. Orgullosa de llevar hoy las mariposas que teje Itziar Prats por sus hijas Nerea y Martina”. No nos encontramos aquí ante una frase hecha de cara a la galería que busca el aplauso fácil, sino ante una actitud que obedece a criterios éticos profundamente arraigados que la acompañan desde su juventud y en su carrera profesional.

Ya desde niña y desde su juventud se ponía del lado de lo que consideraba justo defendiendo a los desheredados de la fortuna, fueran emigrantes, oprimidos o, en la mayoría de los casos, mujeres.

En 2015 fue cabeza de lista de Podemos en Canarias para las elecciones generales, siendo elegida diputada.

En 2016 el exministro José Manuel Soria, del Partido Popular, su enemigo político en Canarias en aquellas elecciones generales de junio, presentó una querella contra ella por un caso que había dirigido como jueza, demanda que fue admitida a trámite por el Tribunal Supremo. Esto la llevó a renunciar a volver a presentarse a las elecciones en cumplimiento con el código ético de Podemos, que impide concurrir a cualquier imputado.

En diciembre del 2016 la causa contra V. Rosell fue sobreseida sin apreciarse delito. Sin embargo, ¿cómo había sido posible que José Manuel Soria conociera detalles si él no estaba vinculado ni directa ni indirectamente en el caso? Esto hizo que comenzara una investigación contra el juez Salvador Alba, lo que llevó a su suspensión como juez por apreciarse delitos de prevaricación, cohecho, falsedad documental, revelación de secretos y negociaciones prohibidas a funcionarios.

En marzo de 2019 Victoria Rosell anunció su vuelta a la política, encabezando la lista de Unidas Podemos en Gran Canaria para las elecciones generales de abril de 2019, volviendo a ser elegida diputada.

En septiembre de 2019, el juez Salvador Alba fue condenado por la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) a seis años y medio de cárcel por conspirar contra Victoria Rosell. Además, el TSJC también inhabilitó al magistrado durante dieciocho años y le impuso una multa de 60.000 euros.

Pero el duro camino hasta la sentencia absolutoria de Victoria Rosell y la otra condenatoria del juez corrupto le costó a nuestra jueza disgustos, energía, perdida de dinero y afectó a su salud misma. Lo cual no es de extrañar si se tiene en cuenta que aquellas falsas y calumniosas acusaciones estaban acompañadas por el redoble de tambores de la prensa derechista, especialmente del diario El Mundo, que durante el tiempo de la causa contra la jueza Rosell había dedicado continuos titulares con letras gordas de primera página con las falsas acusaciones y que había cobrado nada menos que un millón a fondo perdido del Ministerio de Soria, el de Industria.

David Jiménez, entonces director de El Mundo, ha dicho: “No teníamos que habernos fiado entonces de Soria...”.  Para un periodista aquello parecía información veraz“ porque tenían ”información“ judicial (falsificaron un atestado policial, una resolución judicial, un acta de una prueba...) y tiempo después David Jiménez saca a la luz el lado oscuro del periodismo en su libro El director. En una entrevista del pasado 02/04/2019 afirma: ”No se habla de los sobresueldos que cobran algunos periodistas“. ”Hay muchas cosas que uno vive, las ve, se escandaliza pero no tiene pruebas y todo eso ha quedado fuera“. ”En el año que yo llego a ser director de El Mundo, las cloacas están al 100%... Villarejo era una fuente de El Mundo… Tenía pillados a muchos políticos y empresarios, pero tenía también pillados a un grupo de periodistas“. ”Hay periódicos digitales en este país que se dedican al chantaje, es periodismo de trabuco“. ”Se consiguió despedir a tertulianos, periodistas, acallar a medios, El Mundo tuvo cuatro directores en tres años y medio“. ”Del policía condenado, Villarejo, me dijeron entonces que era una fuente de El Mundo, periódico que antes había sido combativo“.

Muchas mujeres han dicho: “Si me llega a pillar a mí sin conocimientos jurídicos en medio esta Mafia no salgo viva de ahí...” Victoria Rosell puede ahora afirmar que “hay que tomar la Constitución no como libro de cabecera en la mesa de noche, sino interiorizarla; una democracia no son la separación de poderes ni hablar del imperio de la Ley, sino el cumplimiento de los Derechos Fundamentales, de los Derechos Humanos”.

El litigante contra Victoria Rosell, el sr. Soria, había sido el 17 de mayo de 2012 portavoz del gobierno Rajoy en la defensa de la convalidación por el Congreso de los Diputados del decreto del gobierno del PP por el que se pretendía cambiar el modo de elegir al presidente de RTVE, que a partir de ese momento solo requeriría la mayoría absoluta y no la mayoría de 3/5 establecida por la ley aprobada bajo el gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, que obligaba a que la persona elegida fuera consensuada entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, y que a partir de la convalidación del decreto el PP podría – y eso parecían ser sus intenciones- nombrar a quien quisiera, o sea, una especie de Ley Mordaza para los informativos estatales.

En abril de 2016, a raíz de la publicación de los papeles de Panamá, se conoció que José Manuel Soria mantenía, junto con otros miembros de su familia, una red de sociedades en paraísos fiscales. Al principio aseguró que su familia no tenía ninguna relación con UK Lines Limited, empresa que le vinculaba con el uso de paraísos fiscales y que, según tuvo que acabar admitiendo, fue fundada por su padre.

El 15 de abril de 2016, tras varias contradicciones y sin aclarar su relación con este asunto, dimitió de todos sus cargos (ministro de Industria, Energía y Turismo, diputado en las Cortes Generales por Las Palmas y presidente del PP de Canarias).

El exministro del PP don José Manuel Soria

Como Ministro, Soria visitó frecuentemente las oficinas de Zed Worldwide, una de las empresas pertenecientes a la familia Pérez Dolset involucrada en una investigación judicial denominada «operación Hanta» (El País) y, según Economía digital, el presunto cabecilla del fraude del Grupo Zed era Javier Pérez Dolset, en prisión provisional en su momento por fraudes en la concesión de créditos y subvenciones del Ministerio de Industria del ministro Soria tras haber logrado decenas de millones de euros para proyectos relacionados con internet y telefonía móvil.

A principios de septiembre de 2016, el Gobierno en funciones seleccionó a José Manuel Soria como candidato para director ejecutivo del Banco Mundial. Hubo muchas quejas por parte de los políticos debido a su elección para el puesto. Finalmente, renunció a su candidatura el 6 de septiembre debido a las críticas recibidas por políticos e influyentes ciudadanos.

El Sr. Soria no ha sido llevado a juzgado ni condenado por ningún tribunal por su persecución desde el poder ministerial contra Victoria Rosell. Recordemos: la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado al magistrado Salvador Alba a penas que suman 6 años y medio de prisión por confabular contra la también jueza y diputada de Unidas Podemos, Victoria Rosell y favorecer al exministro del PP José Manuel Soria en su disputa con la política podemista, a la que había denunciado ante el Supremo. Para ello, el juez condenado “torció un sumario y se concertó con un poderoso empresario canario con el fin de crear una investigación paralela contra ella”.

“Estuvieron a punto de acabar con mi carrera judicial, ya que en la política llevaba sólo 6 meses”, ha reconocido Victoria Rosell. La persecución no se limitó a la diputada, sino que se extendió contra su compañero.

Si tenemos en cuenta la estatura moral demostrada por Victoria Rosell en todo el calvario jurídico-político, no cabe duda del acierto de la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, al nombrarla delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, así como también cuenta su sensibilidad feminista y, por supuesto, el hecho de su larga y eficaz profesionalidad como jueza que conoce el funcionamiento de los juzgados y las necesidades que tienen los profesionales de la Justicia para poder convertirse en barrera de contención y en instrumento de justicia y castigo contra los criminales machistas.

Victoria Rosell ha alcanzado una Victoria contra las cloacas del Estado, pero, aunque ha ganado batallas, la guerra no ha terminado, aún no ha sido conquistado todo el terreno ya que sigue siendo verdad que mientras más poder (económico o político) más abusos, como se vio en los atestados falsos de un juez y su información a un Ministro con poder económico – pruebas falsas –tocando incluso a su pareja, cosas que en Italia se ven en el crimen organizado“, y  que hace que se exclame: ”Vaya ejemplo de político persiguiendo a la rival con métodos mafiosos“. Y todavía se sigue viendo en el comportamiento ferozmente partidista de algunos jueces y, claro está, en la subordinación de muchos medios televisivos y de prensa.

Que el terreno público todavía no está liberado de maniobras mediáticas lo vemos en cómo un abogado, adicto e instigado por VOX, puso una querella contra Rosell y su pareja valiéndose de una colombiana que había sido empleada suya. Y cómo otro de los diarios ultrademocráticos como OKdiario, dirigido por el anticomunista y antibolivariano Eduardo Inda, se dedicó a acosar mediáticamente a Victoria Rossell por supuesto incumplimiento, se trata del mismo Inda que ha estado instigando a los de VOX contra un periodista de izquierda tertuliano y contrario suyo en un programa de La Sexta.

Las mariposas violetas son un símbolo de la lucha contra la violencia contra las mujeres en todo el mundo. Un reflejo de ello es que son el símbolo de la periodista colombiana Jineth Bedoya, activista que fue secuestrada, violada, torturada y que es, por supuesto, uno de los referentes mundiales en esa lucha. Pero mientras la poderosa tradición del patriarcado no se erradique del todo de las instituciones del Estado y además permanezca en el imaginario colectivo y cultural, las mariposas moradas del feminismo liberador tendrán que limitarse a ser testimonio en las solapas de algunas chaquetas o, como es el caso de Victoria Rosell, en el Parlamento de España en determinadas ocasiones. Es por ello que la lucha emprendida por el Gobierno progresista de España y en particular por la delegada contra la Violencia es tan necesaria y cobra especial relevancia la ética feminista frente al poder machista visible y el soterrado que obliga a la creación y mantenimiento de los Centros de Atención de 24 horas, ya que la garra criminal del machismo ofendido “en su honor”, o en lo que sea, no descansa ni se atenúa en estos tiempos de crisis pandémica y económica, sino que se acentúa y agrava en la exasperación de su aislamiento e impotencia.

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