La deuda histórica amenaza con ser el caballo de batalla alrededor del cual trotarán por la pradera los partidos que sostienen al Gobierno de Canarias. Es el enemigo exterior que se les ha ocurrido para distraer nuevamente la atención sobre lo que está pasando en las islas: reclamar el Gobierno central una cantidad ingente de millones que justifican en base a una deuda originada por las prescripciones del REF. Dice Rivero que la deuda es de 6.000 millones de euros, y que con eso él solito acabaría con el paro en Canarias. Le creemos, claro que sí. Lo malo es que ni siquiera en una cuestión así se ponen de acuerdo las fuerzas vivas que aplauden a este Gobierno con las orejas, porque mientras CC habla de esa millonada, el presidente de la CEOE tinerfeña, José Fernando Rodríguez de Azero, la rebaja a 800 o 1.200 millones. Claro que siempre nos quedará Mercedes Roldós soltando otra disparatada cantidad de deuda sanitaria, con lo que al final va a ser verdad que el Zapatero éste es un cabroncete de proporciones gigantescas que quiere hundir a Canarias en la más oscura de las miserias.