Arnáiz no le sirve a Puertos del Estado. Desde el ministerio dicen que nones a esas escaramuzas, por mucho que utilicen al bueno de Augusto Brito. Quieren cambiar de mensajeros y que sean Mauricio o Adán Martín quienes recuerden de forma solemne que aunque a los presidentes de Autoridades Portuarias los nombren las autonomías, dependen funcionalmente de Puertos del Estado. Pero, además, quiere Madrid que quede claro que Arnáiz ya ha demostrado sobradamente no ser ese hombre que, con la autonomía que la Ley contempla, es capaz de gestionar los puertos de Las Palmas sin desatender la necesaria incardinación de esos recintos en la política general del Estado. ¿Está claro? Mauricio, que da señales de responsabilidad estos días, apura la situación. Sabe que su reputación es la de resolver lo más difícil. Por eso espera que la cosa empeore para practicar su principal atributo.