Otras contrataciones gloriosas de Arnáiz en aplicación del artículo 33 (cerramiento de terrazas y balcones) tienen que ver con un estudiante de Teleco, hijo de un ingeniero cántabro, compatriota del ingeniero sin carné, o con el hermanísimo de una directora general del PP, o con la hermana de una abogada que, sujeta a bajas médicas por depresión, es contratada como forma de ir compensando la cuestión. También está en el lote el famoso Francisco Cabrera, denunciante del feo asunto de las megaturbinas, de las que les seguiremos hablando mañana, que ha caído en desgracia ante el que fuera anteriormente su mentor. La lista de contratados por Arnáiz es mucho más larga, e incluye a la famosa Teresa Cruz, esposa de Larry Álvarez, o a Pino Riesco, que fuera secretaria particular de Ruiz Mateos, si bien este fichaje fue heredado. Ya le dedicaremos un capítulo especial al abogado Ángel Cervantes, paradigma de la política laboral desarrollada en esta esquizofrénica Autoridad Portuaria.