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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Una ‘paulinada’ de Águeda Montelongo

Águeda Montelongo, presidenta del PP en la isla de Fuerteventura y consejera del grupo popular en el cabildo majorero.

Como era de prever, el anuncio de una consulta popular sobre las prospecciones petrolíferas en Canarias ha provocado las primeras y acaloradas reacciones del respetable. No hay unanimidad, por supuesto, ni se sitúa exclusivamente en el Partido Popular el enroque corto en contra, a pesar de ser el que más lejos ha llegado de momento: negando la legitimidad al Gobierno canario para solicitar el referéndum y acusando a su presidente, literalmente, de cometer “una paulinada”. La autora de tan original invectiva no podía ser otra que María Australia Navarro, a la que seguramente no hará ninguna gracia que, en aplicación de su misma incursión en el uso faltón de los nombres de pila, la acusemos de estar en las antípodas del fair play exigible en tiempos de tan escaso prestigio a la actividad de que la que vive. El prontuario distribuido entre los populares canarios se redactó con demasiada premura y sin tomarse el tiempo suficiente para revisar la postura propia, la actual, la reciente y la histórica. Ya se ocupó Coalición Canaria de echar una mano desempolvando la fonoteca y encontrando un impagable documento en el que se oye a la lideresa del PP en Fuerteventura, Águeda Montelongo, instando a los nacionalistas a animarse: “Hagan un referéndum, sean valientes, dejen que opinen de verdad los majoreros. Yo no sé, ni tengo información de lo que los majoreros piensan, pero sí les puedo decir que en la isla de Fuerteventura hay mucha más gente que está a favor de las prospecciones que los que están en contra”. Y no crean que fue en la centuria anterior, sino concretamente en 2012, en medio de alguna de las encendidas polémicas que ella protagoniza cuando se viste de jardinera y se mete en un jardín a podar los rosales. Por lo tanto, si cumplir con los deseos o los desafíos de Águeda Montelongo es una “paulinada”, no queremos bautizar lo equivalente en sentido inverso.

Jorge Rodríguez (2005)

Pero hay más documentos magníficos sobre las prospecciones fuera de las hemerotecas o de las fonotecas radiofónicas. El Diario de Sesiones del Parlamento desde luego es una fuente inagotable de contradicciones protagonizadas por sus señorías y los grupos parlamentarios a los que representan. Remontémonos a la sesión parlamentaria del 28 de abril de 2005. Coalición Canaria y el PP, formando el tradicional pacto de Gobierno en Canarias, presentan una proposición no de ley (PNL) conjunta para afear al Gobierno de España (entonces del PSOE) para defender “que la posible autorización de las prospecciones petrolíferas estén condicionadas a defender la participación de la Comunidad Autónoma en dicho proceso, así como al establecimiento de las máximas garantías de preservación del medio ambiente y de Canarias como destino turístico y a la determinación de las compensaciones a favor de nuestra Comunidad Autónoma”(página 38 del Diario de Sesiones). Quien pronuncia esta declaración de intenciones es nada menos que el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, a la sazón Jorge Rodríguez, que hizo un hueco en su apretada agenda como introductor de empresas en los ayuntamientos gobernados por el PP para defender lo que consideraba entonces el interés general. Y añadió, tras una interrupción de Gabriel Mato (presidente de la Cámara): “Una iniciativa que preserva y defiende los intereses de nuestra tierra ante la posibilidad de que el Gobierno socialista autorice las prospecciones. Y nadie, ni los socialistas ni los ecologistas, pueden, con un mínimo de sentido común, interpretar nada distinto”. Vayamos por partes, que esto necesita algo de digestión: el PP defendía las prospecciones (al menos en eso ha sido siempre coherente), pero cuando quien gobernaba en España era el PSOE exigía vía parlamentaria “la participación de la Comunidad Autónoma” en el proceso y la garantía de que Canarias sacaría tajada fiscal. Nueve años después nos encontramos al mismo PP (y casi a los mismos portavoces) diciendo que eso es competencia del Gobierno de España, prometiendo con la boca chica la seguridad ambiental imposible y pretendiendo imponer la resignación a la espera de que Repsol pueda contratar a algún canario.

Santiago Pérez (2005)

Ya desde que el Gobierno de Zapatero decidió aprovechar las resoluciones del Supremo para suspender las autorizaciones de las prospecciones frente a Fuerteventura y Lanzarote, lanzó un desafío a las instituciones canarias: se hará lo que ustedes digan. Aquella invitación no gustó a los dos socios del Gobierno canario que consideraban entonces que era una responsabilidad de Madrid y que pretendía pasar la papa caliente la Comunidad Autónoma. Veamos lo que en tal sentido decía en esa sesión parlamentaria el portavoz del PP, Jorge Rodríguez: “El Grupo Socialista supedita la autorización de las prospecciones a un consenso utópico, a un consenso absoluto, a un consenso unánime, que en una sociedad democrática y plural como la nuestra, usted bien sabe que eso es imposible en sí mismo. Y no solo es un imposible político sino que incluso le diría que no es ni deseable”. Frente a Rodríguez, el PSOE opuso a Santiago Pérez, nada menos, que rechazó la PNL y expuso lo que ahora es el vademécum del Gobierno de Paulino Rivero en esta materia: “El Gobierno y las instituciones estatales tienen competencias sobradas para tomar decisiones en esta materia, pero también las tienen las instituciones de nuestra Comunidad Autónoma. Por eso este asunto no se puede resolver solo en clave jurídica, hay que resolverlo en clave política”. O “cuando la Comunidad Autónoma de Canarias tiene que ejercer sus competencias en materia de planificación económica, tiene que hacerlo de acuerdo con las instituciones insulares y territoriales. Y ese es el marco jurídico-político en el que nosotros no estamos moviendo para decir que esto hay que decirlo políticamente y que hay que decidirlo en un clima de consenso. Y que las instituciones estatales no deben tomar una decisión en esta materia, de espaldas al criterio de la sociedad canaria y de sus instituciones representativas”. Por si no lo han leído bien, Santiago Pérez era el portavoz del PSOE y era el PSOE el que gobernaba en España.

José Miguel González (2005)

Y, ¿qué decía Coalición Canaria en este debate parlamentario de 2005? ¿Qué sostenía sobre las prospecciones petrolíferas el partido que ahora gobierna con el PSOE, con el que acaba de acordar en sesión solemne del Consejo de Gobierno solicitar la celebración de un referéndum? Actuó de portavoz José Miguel González, el eterno José Miguel González, que empezó su discurso explicando los motivos por los que su partido retiró su firma de la PNL que solo defendió su socio, el PP: “Nosotros hemos retirado el apoyo a la PNL del Partido Popular porque entendemos que en este momento no es oportuna. Y no es oportuna porque hemos llegado a la conclusión de que el Partido Socialista está utilizando un doble lenguaje, está intentando trasladar competencias, está intentando trasladar competencias que tiene el Estado a la Comunidad Autónoma, eludiendo con ello su responsabilidad e intentando establecer lo que yo diría una deslealtad institucional”. Precioso. Y por si queda alguna duda del despeje antinacionalista del portavoz de CC, unos párrafos más adelante puede leerse en el Diario de Sesiones: “Nosotros queremos que este tema se trate en el Congreso de Diputados. Ya está bien de que se venga aquí a decir, ustedes, una cosa y en Madrid se diga otra”. Nueve años después nos encontramos con la misma Coalición Canaria (es verdad que con otro presidente y con otro portavoz parlamentario) que abraza las tesis que entonces defendía el PSOE: que Madrid escuche a las instituciones canarias.

A retratarse en los ayuntamientos

Como ocurriera con la reforma de la ley del aborto, el PSOE canario ha decidido darse un baño de municipalismo y ha anunciado que va a presentar en todos los ayuntamientos del Archipiélago mociones idénticas en las que se pida a cada Corporación un pronunciamiento sobre la conveniencia de celebrar un referéndum. En la línea de reclamar que se escuche a las instituciones canarias en este espinoso asunto de las prospecciones petrolíferas, lo que se obtenga de esos acuerdos municipales servirá de paso para conocer el estado de opinión de los representantes más cercanos a los ciudadanos. Un primer cálculo completamente acientífico invita a confirmar que el rechazo a las prospecciones va de mayor a menor intensidad a medida que quien opina se va alejando de las dos islas más afectadas, Lanzarote y Fuerteventura. Se apreció en las redes sociales desde el minuto siguiente del anuncio de la consulta, y de personas en teoría de la más diversa sensibilidad política, económica y social. Mucho habrán de trabajar los ideólogos de las dos posturas. Esto va para largo.

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