Podemos llamar a estas dilaciones municipales “informes a la catalana” por la procedencia de los despachos de abogados a los que se les están consultando asuntos como el pelotazo/sablazo/cochinada de las torres del Canódromo. Pero nos tenemos que aguantar con la estrategia del grupo municipal de Las Palmas de Gran Canaria de hervirlo todo a fuego lento, no vayan a sancocharse de repente los bemoles a alguno que los gasta de considerables y pachorrúas dimensiones. Nunca gustó a los socialistas en la Corporación esta comisión de investigación del canódromo porque, como dice el refranero popular, no empieces algo que no sepas como va a terminar. O algo por el estilo. Nardy Barrios se sube por las paredes porque pretendía adelantar la petición de explicaciones al PSC-PSOE sobre el retraso de las conclusiones a la Junta de Portavoces del viernes, antes de la llega del pleno. Pero la aparición de la dilación a la catalana le chafó el intento. Por si le sirve de consuelo a la ilustre concejala, nosotros llevamos meses esperando a que nos cuenten qué fue de aquellas arduas investigaciones sobre las trampas detectadas en algunas obras del Feile, que más que un empujón al empleo sirvieron a algunos empresarios para tapar agujeros. Y no precisamente en el asfalto de la ciudad.