Ha iniciado una interesante cruzada el que ha sido designado nuevo consejero de Justicia y Seguridad, Marino Alduán. Y se trata de la cruzada por la libertad de expresión y la independencia de los periodistas. Tiene tarea, como se imaginarán, no ya porque haya detectado que Soria y sus muchachos son aficionados a manejos contrarios a esos derechos, sino porque desde diversos ámbitos le han hecho ver que en su propio partido, Ican, puede encontrar ejemplos significativos. No se ha amilanado Alduán, que este mismo viernes le dijo a un comentarista radiofónico que quiere los nombres y las circunstancias para denunciar a sus propios compañeros. Pero el comentarista radiofónico no está por la labor, como no lo está tampoco el periódico de papel al que está tan vinculado, así que se limitó a explicar que las presiones, extorsiones y amenazas están incluidas en el sueldo. Por ser más exactos, dijo que “son gajes del oficio”. Así nos va. Por contra, les recomendamos que no se pierdan el artículo de Federico González Ramírez (ver hemeroteca día 27), ex director de La Tribuna de Canarias, que demuestra que la decencia está más extendida de lo que puede parecer.