Poco a poco se empiezan a mostrar en Telde signos de esperanza para los vecinos, desmoralizados ante una situación horrible de desgobierno, de aparente corrupción generalizada y de caos. Las primeras medidas del grupo de gobierno (NC-PSOE) de apartar de los puestos de responsabilidad a personas implicadas en investigaciones judiciales, es un primer síntoma del cambio, pero seguro que habrá más. Atrás empiezan a quedar, como si de una pesadilla se tratase, aquellos comportamientos insoportables de concejales como Guillermo Reyes o su equipo, del que forma parte una de las concejales más carismáticas del movimiento municipalista mundial. Nos referimos a Lidia Almenara, que llegó a tener responsabilidades de gobierno, y que hasta se rodeó de sesudos asesores que le ayudaran a hacer la o con el canuto de caña.