Llama poderosamente la atención que en una consejería como la de los casinos, que no consultó con nadie para meternos cinco nuevos, someta una ley en información pública, así, como diciendo eso de a ver quién nos gana a transparentes. Pero, ya saben, aquí vuelan los burros y nadie se inmuta, ni siquiera el Ministerio Fiscal. Pero volvamos a nuestro secretario general del mes. Es inspector de Trabajo y un viejo conocido en la Administración Pública canaria, a la que regresa cada vez que el PP toca poder. Ya ocupó cargos en la Consejería de Industria en aquellos memorables tiempos de Paco de la Barreda, al que ahora se le vuelve en contra el famoso caso Bango. Fue también secretario general técnico con Alfredo Vigara, lo que demuestra que no siempre la experiencia es sinónimo de acierto, como se puede apreciar en la orden que les estamos comentando.