Ya saben ustedes lo mal queridos que somos en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde no nos perdonan que publiquemos determinadas cosas que no son noticia en otros medios de comunicación. Y que encima lo hagamos, en ocasiones, con ese puntito crudo que el político en general repudia porque lo deja en situación comprometida. Se enfadan y no nos hacen declaraciones, lo que nos produce ese desasosiego que ustedes aprecian nada más aparecer la primera página en su pantalla. Este lunes les contamos lo que dicen dos informes emitidos por el mismo departamento -Patrimonio- con un año de diferencia. Dos informes contradictorios que cambiaban la valoración de un inmueble, a comprar por el Ayuntamiento, en nada menos que en 3 millones de euros, 500 kilitos de nada. La concejala de la cosa patrimonial, Alejandra Fabre, se enteró de lo que publicamos en la comisión de Urbanismo, explicó algo así como que la valoración más barata era la registral, se excusó, y se mandó a mudar para no volver. La llamamos por teléfono para que nos explicara el asunto pero, muy amablemente, declinó hacernos declaraciones. La oposición pide que se pare la operación y nosotros que doña Alejandra nos diga algo, más que nada para explicar a los ciudadanos en qué consiste. Gracias por anticipado.