Pero confirmada la levedad de las posiciones empresariales, llama poderosamente la atención la postura firme de la Cámara de Comercio, que anuncia que mantendrá su tesis abstencionista. Buena idea una vez comprobado que nada de lo que se haga ahora puede cambiar el curso de los acontecimientos y el número de telecanarias que le queda a la vía plateada. Queda por averiguar qué hará el representante de la UGT, Garrocho, que se mojó en favor de la adjudicación en noviembre y que, al igual que el resto de consejeros de la Autoridad Portuaria, recibió en tiempo y forma el contrainforme de Lopesan argumentando su postura. Si lo elevó a los órganos ejecutivos de su sindicato o lo arrimó por ahí, no está confirmado, pero su postura puede ser muy ilustrativa.