De repente, cuando hasta la organización ya ha dado a conocer algunos de los nombres del cartel artístico del festival (Salif Keita es uno de ellos), nos encontramos con un Ayuntamiento desconcertado, con un Cabildo que no dice ni mú y con un Gobierno enrocado en que financiará el 50% del presupuesto, unos 60.000 euros menos que el año pasado. La verdad es que viendo el panorama de enfrentamiento entre el PP de Soria y el Gobierno de Adán, nos tememos que el Womad vaya a convertirse en una nueva arma arrojadiza en esa controversia que ambos dirigentes mantienen. Soria sabe que poner en peligro la continuidad del Womad afectaría a la imagen de Adán en Gran Canaria, y éste y Parejo saben a su vez que hay lujos que no se pueden permitir en esa isla. Lo malo es que si el Gobierno echa el resto, Soria y la alcaldesa volverán a quedar como convidados de piedra en un festival que los ciudadanos reclaman como propio. Juegan con cosas delicadas y puede que sólo haya perdedores.