La Inspección General de Servicios vio cómo se paralizaban sus intentos de auditar al Tesoro canario sin que absolutamente nadie hiciera nada por ayudarle a ejercer sus obligaciones. La Intervención General de la Comunidad Autónoma, en esos momentos en manos de Carmen Alonso, jamás se dirigió al consejero de Economía y Hacienda, en esos momentos José Carlos Francisco (ATI), para informarle de la negativa del Tesoro a cooperar con la Intervención Delegada, que había pedido información sobre pagos de IRPF y Seguridad Social realizados a través de los bancos citados. Carmen Alonso es, en estos momentos, secretaria general de Presidencia del Gobierno. Pero tampoco hizo nada por la causa el secretario general técnico de Hacienda, Jesús Velayos, ni su antecesor en el cargo, Rafael Díaz. El primero es ahora interventor general de la Comunidad Autónoma, y el segundo, tras ser consejero de Sanidad, es actualmente director del Servicio Canario de Salud. En la Audiencia de Cuentas dan por hecho que todos ellos conocieron los intentos frustrados de la Inspección General de entrar a husmear.