Pero peor marrón se ha tenido que comer Ángel Llanos, que asumió este lunes el mal trago de hacer la ola a su ex socio de gobierno municipal, Miguel Zerolo, después de aquel atiborrado intercambio de flores y perlas que se hicieron en el momento de romperse el pacto para-toda-la-vida que habían firmado en 2007. Pero como un profesional que es, a Llanos no se le notó el menor atisbo de incomodidad ni de desconfort. Si hay que hacerlo, se hace, aunque nos cueste una úlcera y la incomprensión de la historia, conjuró a sus concejales. El voto favorable del PP al Plan General de Santa Cruz no es más que la constatación de que en los grandes asuntos que ocupan y preocupan a los poderes reales del régimen, ese partido y ATI están a piñón. Lo mismo si es un suelo con once alturas que un sebadal a descatalogar, diecisiete hoteles a legalizar en Lanzarote o 4.000 camas rurales en La Palma, siempre por el bien de los ciudadanos y el progreso de la humanidad. Amén.