Si algo puede empeorar, no se preocupe usted que en el momento menos pensado aparecerá algún enterado del Gobierno de Canarias empeorándolo todo. Y si nadie sospechaba síntomas de empeoramiento, también. Pero, eso sí, todo lo que empeora en este Gobierno viene precedido ineludiblemente de una adjudicación millonaria. Fíjense, si no, en los 19 millones que hemos invertido con la intermediación de Soria en cambiar el sistema contable de la Comunidad Autónoma con el muy loable fin de que los cobros, los pagos y la gestión del IGIC se hayan ido a hacer puñetas. Y fíjense en Atlante II, el sistema informático de la Administración de Justicia, adjudicado y gestionado por la Consejería de Presidencia y Justicia a mayor gloria del caos y no se sabe muy bien qué cosa más. Este martes se manifestaron a las puertas de Granadera Canaria decenas de funcionarios y algunos jueces cabreadísimos por el desastre que el nuevo Atlante ha generado en la gestión de los juzgados, lo que irremediablemente se ha traducido en un grave perjuicio para los administrados. ¿Quiénes si no?