De momento la postura de Soria ante la huelga en Videoreport se ha limitado a enseñarle los colmillos al presidente de esa empresa, Juan Francisco García, que a su vez lo es de Canarias7. Soria le pasa factura a García por los últimos desplantes editoriales e informativos ejecutados desde el periódico como consecuencia del enfriamiento de las relaciones entre el editor y el vicepresidente. Tras una semana de ataques desde la columna del director, Francisco Suárez Álamo, y un editorial acusando a Soria de ser el gran crispador de la nacionalidad, Canarias7 ha abordado a estas alturas de la película el disparate de la bandera que el presidente del PP hizo erigir en la fuente luminosa en 2006 y ahora trata de enfrentarlo, por la vía presupuestaria, a los cabildos y a los ayuntamientos canarios. No tenemos ni la más remota idea de lo que tardarán ambas partes en volver a darse piquitos entre románticos nenúfares y a la sombra de una sombrilla de encaje y seda. Suponemos que el tiempo exacto que tarde Soria en incrementar la facturación publicitaria del medio.