Ante este marasmo en que anda metido el grupo municipal socialista en Las Palmas de Gran Canaria, ha vuelto a cobrar fuerza la candidatura de Blas Trujillo como super director de gobierno del Ayuntamiento. Fracasadas las distintas opciones planteadas por Jerónimo Saavedra, huyendo en desbandada los cargos de confianza con prestigio ante la pelotera interna y campando a sus anchas la indisciplina entre los concejales socialistas, Blas Trujillo vuelve a plantearse como solución. Hombre de la máxima confianza del alcalde, el ex portavoz parlamentario ya ha rechazado en dos ocasiones este nombramiento, pero bien es cierto que en aquellos momentos su situación parlamentaria no era la que es hoy. Los que defienden esta opción creen que Trujillo no solamente enderezaría esa errática nave sino que contribuiría a mandar al paro a unos cuantos gandules que revolotean alrededor del alcalde a cuenta del erario público.