Pero no sólo hay dolor y alguna miseria entre la colonia canaria asentada en el hotel Auditorium. Insistimos en que la inmensa mayoría de las personas que están allí permanecen con mucho dolor a la espera de sus muertos. Se estima que de los 98 identificados hasta este lunes, entre 30 y 40 son residentes en Gran Canaria, lo que significa que al menos otras tantas familias habrán de seguir en Madrid un poco más de tiempo para llevarse a los suyos. Esa espera está siendo atendida, además por el personal de Protección Civil, Cruz Roja, Samur, Spanair... por un equipo técnico del Cabildo grancanario vinculado a la dirección insular de Emergencias para atender consultas de tipo jurídico y logístico, de modo que las familias tengan a qué atenerse antes y después de su regreso a la isla, donde ya se pueden acoger a la oficina creada en la Delegación del Gobierno. Traslados, idemnizaciones, pensiones... son algunas de las cuestiones que estos técnicos están atendiendo en Madrid. Algunos de los afectados han pedido hablar por teléfono con el presidente del Cabildo y lo han conseguido también.