Los que tenían cara de perplejidad este miércoles eran los consejeros socialistas de Hotel Santa Catalina, S.A. al ver las cuentas de una entidad que tiene muy fácil no perder dinero, o por lo menos perder lo mínimo. Pero, la verdad, unas pérdidas acumuladas de 2,7 millones de euros, 1,5 en el sublime cuatrienio de Luzardo, no es para tirar voladores. Si unimos este agujero al detectado en el Instituto Municipal de Empleo con sentencias laborales multimillonarias, las obligaciones de pago por expropiaciones corregidas por la Justicia, las pérdidas colosales de Guaguas Municipales... nos encontramos ante un Ayuntamiento verdaderamente ruinoso. Al actual gobierno le cabe la opción de ir enjugando pérdidas y no hacer política o, al grito de gilipuertas el último, hacer lo mismo y el que venga detrás que arree. Porque los que vengan detrás serán, no se sabe cuándo, los mismos que ocasionaron este caos. Y volverán a hacer lo mismo, como si los estuviéramos viendo.