Y ya que les hablamos de la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, mayormente dedicada a eso, a promocionar la ciudad a través de acontecimientos culturales singulares, debemos detenernos en las atolondradas indefiniciones del PP, que parece que acaba de llegar por primera vez cuando ya pasó por allí y lo dejó todo hecho un solar. A los pocos días de tomar posesión, las autoridades culturales peperas ya estaban poniendo el grito en el cielo denunciando la existencia de deuda oculta en esa sociedad, acusaciones que poco a poco y en silencio se fueron tragando al comprobar que a) no había tales deudas ocultas, y b) algunos concejales del gobierno serían cómplices si algo fuera irregular por haber formado parte del consejo de administración. No lo debe haber hecho muy mal el gerente que puso el PSOE, Agustín Díaz, que saneó por completo esa sociedad que el PP había dejado hecha unos zorros, porque hasta donde sabemos ahí sigue en su puesto. La concejala del área, María Isabel García Bolta, quiso quitarlo desde el primer momento para reponer a su antecesora, Margarita Pérez, pero la negativa del alcalde, que no quiere otro marrón allí, ha provocado que las cosas se hayan quedado tal cual estaban cuando llegaron el 11 de junio pasado, hace ahora mismo exactamente dos meses.