El juez no ha apreciado delito en la actuación que llevó a cabo en su etapa de concejal de Urbanismo el actual alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, concretamente en el papel que desempeñó en la tramitación de uno de los más colosales pelotazos (conocidos) de la historia de la ciudad. No hay delito y punto. Se ha investigado si Cardona cometió prevaricación, ilícito penal consistente en adoptar una resolución injusta a sabiendas, y para hacerlo habría que hacer confluir una serie de acontecimientos imposibles cuando se confabulan tantos y tantos personajes y el expediente se presenta de manera impecable. Pero, como siempre, lejos de las exigencias judiciales, en este caso también quedan por dilucidar y exigir las exigencias políticas, además de una serie de explicaciones que a nadie la ha dado la gana de ofrecer. Veamos algunos ejemplos.