Empieza a tener mal color y a transmitir mal olor la utilización que se está haciendo del penoso asunto del pacto por la inmigración y el Plan Canario por la Inmigración, que no son la misma cosa aunque muy parecidas. La aparición en el segundo de estos documentos de la palabra “godo” se ha convertido de repente en el caballo de batalla de una absurda guerra política entre los socios favoritos de ambos dos, el PP y CC. Soria dice que hay que retirar ese término y pedir perdón. Marcial Morales dice que por aquí se va a Roma y que en el pacto que el PP no quiere firmar no aparece esa palabreja. Soria, aprovechando la revoltura, se reúne con las casas regionales para echarlas a pelear con el Gobierno, como si estas asociaciones no tuvieran otra cosa mejor que hacer y no supieran distinguir las churras de las merinas. Ya metidos en gastos, el PSC también se suma a la fiesta y ha decidido aclarar los entuertos en los que se mete el Gobierno reuniéndose este miércoles con las mismas casas regionales. Aprovecharán los socialistas, calculamos, para defender su teoría de que el PP y CC han pactado que sea la inmigración el territorio electoral que les separe. Para que haya algo nítido, porque lo de la regularización de la prostitución les salió rana.