Las investigaciones policiales por el asalto a la finca de la empresaria denunciante de la Operación Faycán alcanzaron a dos operarios municipales muy vinculados a Guillermo Reyes, concejal de Urbanismo, sobre cuyo cogote hace meses que se centran muchísimas miradas en Telde. Los hermanos Nelson, de Jinámar, fueron incluso vigilados por la Policía, que hasta escuchó sus teléfonos. Ambos fueron a declarar a comisaría, y de ellos se conocen ahora conversaciones telefónicas muy jugosas. En comisaría, ciudadanos ejemplares; a la salida y por teléfono, flamencos y poniendo a parir a los agentes, que se lo deben haber pasado bomba con las escuchas. El caso de los perros, por cierto, sigue sin cerrarse y sin unos autores intelectuales y/o materiales ciertos. Y desde la radio de los Reyes, su locutor más dicharachero avisando con que “de la cárcel se sale, del cementerio no”. Mucha brabuconería, y luego mucha diarrea.