Es un lujo contar en Canarias con unas instalaciones como las del tanatorio de San Miguel, en Las Palmas, que ha sufrido algunos problemas en su apertura como consecuencia de la falta de autorización para abrir su horno crematorio y su columbario. Las denuncias de los vecinos de Las Torres y alguna mano negra suelta por ahí, han dificultado las cosas. De la mano negra nada nuevo sabemos, pero sí que vecinos y dirección del Tanatorio han acercado posturas y que se han corregido las deficiencias que permitan que este servicio pueda ampliar su oferta a todo el catálogo que tenía previsto desde su inauguración hace ahora un año.