Ya pueden Román Rodríguez y su fiel Pedro Quevedo desplegar todos sus encantos. Porque desde que se empeñaran en traicionar al PSOE en las elecciones de La Caja, no dejan de evidenciarse las fisuras propias de un pacto en el que la parte más débil se lo quiere comer todo. Incluso las papas. Román no pudo soportar que José Miguel Pérez le negara la única plaza de que dispone el Cabildo en el consejo de administración de la entidad, y se fue derechito a pactar con el PP, que se la entregó en bandeja. Ahora no para el presidente de NC de proclamar al mundo que todo va bien, renegar de Coalición Canaria y proclamarse progre de toda la vida. Pero los suyos han visto que se le pueden sacar los colmillos al PSOE y así hacen en Telde y en San Bartolomé, sin ir más lejos. Los críticos vuelven a elevar el tono de voz dentro de la joven formación.