Laura Suárez salió por los pelos, pero salió, lo que ha garantizado a Soria tener un ariete en el grupo de gobierno de Pepa Luzardo. La alcaldesa, que también tiene sus genialidades, la tiene bastante postergada, como ha hecho con varios de sus concejales, mediante la asignación de un distrito y una cesta por Navidad. Pero mantiene el sueldo y la influencia en Nuevas Generaciones, además de un estigma que su Excelencia se ha encargado de extender: Pepa podría no tener asegurado siempre el apoyo de Laura Suárez; bastaría con una señal desde Bravo Murillo. No contaba Soria con la desintegración del grupo de CC, que permite un poco más de juego a la alcaldesa a poco que se aplique a eso del diálogo y el buen rollito.