El contenido de la grabación encontrada por la Guardia Civil en casa de Dimas Martín necesita, desde luego, ser contrastado e investigado en profundidad. Porque de ser cierto lo que en ella manifiesta Marcial Brito Cañada, conocido por El Salao, lo ocurrido en Inalsa es sumamente grave. Entre otras cosas, El Salao afirma que sus hijos Blas Rubén y Juan Carlos giraron dos facturas falsas a Inalsa a solicitud de Pedro de Armas. Una de esas facturas tuvo como importe 80 millones de pesetas, y la otra, 50, y fueron cursadas en los ejercicios fiscales de 1997 y 1998 a través de la UTE subcontrata de Inalsa Aguas Filtradas. Al parecer, Hacienda había reclamado a las empresas de El Salao la liquidación de esos servicios -no prestados, claro- a Inalsa-Aguas Filtradas, y andaba el empresario muy caliente con el nuevo concejal de Urbanismo de Arrecife porque se quedó con las perras y lo dejó a él con los glúteos in the air. Millonario de familia, que dicen.