Sondeagua es la misma empresa que organizó con un reconocido fracaso el Carnaval On de Las Palmas de Gran Canaria, celebrado de manera experimental este mes de febrero en la plaza de la Música en un recinto cerrado que no gustó ni siquiera al Ayuntamiento, que tras las fiestas anunció que no lo repetiría más. En Fuerteventura parece gozar de más reconocimiento, a tenor de las contrataciones que consigue, como es el caso de la carpa de noche del Mundial de Windsurfing. Ni siquiera las quejas del promotor del campeonato, que explota la carpa de día, de que Cabrera empezaba su explotación a primeras horas de la tarde, cundieron en el Ayuntamiento, que lo dejó hacer. Pero las tiranteces se aplacaron con el éxito de afluencia de público, hasta que llegó el momento de rendir cuentas. La empresa grancanaria Desarrollos Fotovoltaicos pactó con Jacob Cabrera su participación en la carpa promocionando una bebida energética, Go Fast, que hasta este mismo miércoles aparecía en la web como patrocinadora. En un principio todo iba sobre ruedas porque las cifras de ventas que prometía el majorero eran muy atractivas: el año anterior se habían vendido siete palets de Red Bull. Así que los grancanarios aceptaron las condiciones: pagar los cachés de Fonsi Nieto y Wally López, un imposible que luego se modificó porque el primero de estos dj tiene una exclusiva publicitaria con Red Bull, lo que provocó que los reclamos publicitarios y hasta las promototas de Go Fast tuvieran que retirarse de la carpa durante la actuación de Fonsi Nieto o su permanencia en la carpa. Los representantes de Desarrollos Fotovoltaicos empezaron a extrañarse de que Jacob Cabrera les pidiera, adamás, dos cocteleros y un coche. Pensaron que los profesionales estarían en el stand de su marca, pero en realidad los pretendía el promotor de la carpa para otra barra, patrocinada por una cervecera; y el coche no era para promocionar la marca energética, sino para su uso personal durante el campeonato. Más les escamó que le pidieran el dinero de su aportación económica “en mano”, aportación que Jacob Cabrera dice que finalmente no se produjo. La extrañeza de la gente de Desarrollos Fotovoltaicos se fue tornando indignación cuando vieron que no le pagaban su mercancía, dos tandas que suman 7.500 euros en total. El abogado de Cabrera alega que las facturas debieron enviarse por burofax, y el empresario, que jamás se emitieron. Borja Henríquez, de Desarrollos Fotovoltaicos, sostiene lo contrario, que se emitieron y están impagadas. Y recalca que, además, que Sondeagua Island le ha confiscado indebidamente todo su material promocional, que permanece en un almacén de la familia en Puerto del Rosario. Cabrera lo niega. Henríquez sostiene que hasta se le impuso a la agencia encargada de la confección de las pancartas, la que es propiedad del concejal del PP en Puerto del Rosario Roberto Marban (ver El PP tiene su Gürtel en Fuerteventura). Cabrera lo niega. El conflicto está en los tribunales, sin que las partes parezcan dispuestas a avenirse a algún acuerdo que no pase al menos por que el dueño de Sondeagua, que acaba de constituir una empresa con igual objeto social, Minimopolar, entregue el material confiscado a Desarrollos Fotovoltaicos y Comerciales. Coletazos de un Mundial de Windsurfing demasiado espídico, según testigos presenciales.