No es que la tele canaria, La Nuestra, pase lo que se dice por sus mejores momentos en algunos aspectos verdaderamente relevantes. A la situación de interinidad en la que tienen a su director, Paco Moreno, desde que llegó Adán Martín al machito, se suma la finalización del contrato con la productora privada que surte de programas al ente, lo que genera las naturales tiranteces ante una probable renovación, previa prórroga de seis meses. Dentro, las relaciones laborales del personal perteneciente a esa productora, controlada por el grupo Prisa, no se alivian. El último cabreo de los trabajadores ha venido dado por la decisión de la empresa de prohibirles aparcar en las treinta plazas disponibles en la sede de El Sebadal, donde la cosa se pone cruda a determinadas horas del día. La treintena de aparcamientos se ha quedado en 2,5 gracias a una circular interna en la que se explica lo que es el escalafón. Y al que no le guste, en guagua, que así escuchan lo que se cuece en la calle.