El papelón del Cabildo de Tenerife es de traca, porque a la vez que pende sobre él la responsabilidad civil de todo cuanto haya ocurrido en la Casa Cuna de Ofra, tiene la obligación de representar legalmente a los menores denunciantes, en tanto en cuanto es su tutor. Por eso, la institución que preside Ricardo Melchior está personada en la causa desde enero pasado, cuando se produjo la primera denuncia de un menor acogido en el centro. Por lo tanto, pretender pasar de puntillas por un asunto en el que está metido hasta el corvejón no tiene pase alguno. Como no lo tiene afirmar, como ha hecho la consejera de Asuntos Sociales, Cristina Valido, que los menores siempre han tenido asistencia psicológica. Los propios profesionales de la especialidad han reconocido que sólo se presta ese apoyo en casos de conflicto grave. De hecho, uno de los denunciantes que ha hablado con CANARIAS AHORA asegura que jamás recibió tratamiento ni apoyo psicológico, y que éste sólo llegó cuando lo pidió su abogada, el mes pasado. ¡Quince años después! Y piden silencio.