El centro de Yrichen es propiedad del Ayuntamiento de Telde, que facilitó el suelo para su construcción y que cedió a esa fundación la gestión de la construcción y la posterior explotación como centro de atención para personas con problemas de toxicomanías. Luego no estamos hablando de ningún pelotazo, ni de un pase al modo de San Rafael, tan preferido por los mandamases anteriores. Sí que hay que resaltar el colosal despiste que sufrió el equipo redactor del Plan General de la ciudad, que pese a que el edificio ya estaba levantado desde 1998, en el nuevo planeamiento de 2002 no lo incluye el nuevo uso de la parcela. Agarrándose de ese despiste y de un acuerdo plenario de 2002 con el que se iniciaron los trámites para subsanarlo, Reyes y los suyos comienzan en 2004 una perversa suceción de actos administrativos que ahora se descubren de imposible encaje en el ordenamiento jurídico.