Lo primero que hizo Jaime Cortezo fue llamar a uno de esos detectives privados que siempre tiene a mano para investigar a amigos, enemigos, socios y ex socios, y le hizo un encargo muy concreto: tirar de la manta en las consejerías de Sanidad y de Turismo, ambas en manos del PP, porque a sus oídos había llegado que en ambas podía haber mojo con morena. Y le dio una pista al sabueso: el concurso de la hemodiálisis. Desconocemos las pesquisas que realizó el detective, pero nos imaginamos que empezó por mirar la adjudicación y tirar de Registro Mercantil a ver qué ligazones trincaba. Poco a poco fue acopiando información y papeles, y cuando ya había suficiente para meter el dedo en el ojo, lo entregó a Cortezo, que rápidamente pidió verse con el dueño de Canarias7, Juan Francisco García. La cita fue en el hotel Santa Catalina el 6 de noviembre, cuatro días antes de que se publicara la primera noticia. Cortezo esperó media hora por el editor, y con todos los documentos en la mano, le contó la historia. Nacía una nueva modalidad de periodismo de investigación.