Antes de abandonar la presidencia del Cabildo, concretamente el 5 de marzo de 2007, José Manuel Soria conoció un inquietante informe de la empresa Alisios Sailing Center, que fue la contratada por la Corporación un año antes para la instalación y mantenimiento de la famosa bandera. En ese informe, los expertos advertían de que las banderas “presentan un deterioro superior al previsto inicialmente” debido al viento (cercano al límite que recomienda el fabricante), a la cercanía al mar (humedad y salinidad) y a la presencia en los alrededores de palmeras que golpean a la bandera en las operaciones de izado y arriado. Pero, además, Alisios Sailing se curaba en salud al prevenir que “no se excluye que alguna bandera pueda sufrir una rotura estando izada”, y recalcando que un cable eléctrico instalado al norte del mástil “hace muy difícil el izado y arriado cuando el viento sopla del sur y supone un peligro, tanto para nuestros operarios como para los viandantes”. Este informe llevó a José Miguel Pérez a decidir no izar la bandera durante los cuatro años en que fue presidente del Cabildo. El famoso cable eléctrico ya no se encuentra en los alrededores (parece pertenecer a la iluminación navideña) pero no hay constancia en los informes que hemos visto de que las palmeras hayan sido retiradas.