Sólo falta encontrar el momento adecuado para pedir el relevo del actual consejo. Entonces entrará nuestro hombre directo a la Presidencia, si la jugada sale como está diseñada. Habría tenido que esperar sólo unos meses, desde el pasado 27 de mayo en que Gerencia Deportiva le bloqueó el paso. Ahora, dicen que cuenta con el apoyo de poderosos empresarios de esos sures, capaces de desbloquear la situación que mantiene con las manos atadas al consejo que parió el mismo García Navarro. De momento, un consejero de los actuales ya le ha largado a otro que se sienta a la misma mesa y hacía planes de futuro, un condiconal lapidario: “si es que llegamos a octubre”.