Nos solidarizamos con nuestros compañeros de La Provincia, a los que va dirigido un reproche desde ese pedazo de pleno de la Cámara de Comercio. Además de aceptar las disculpas de Félix Santiago, que llegaron a ese órgano por conducto nada reglamentario (una comida de Aevic), el pleno cameral decidió este jueves demonizar a la prensa una vez más, es decir, matar al mensajero. Esto es así porque, a su juicio, las declaraciones de Félix Santiago fueron “interpredadas mucho más allá de lo que fue su intención”. Es decir, que cuando decía que Suárez Gil no administra los fondos públicos como diligente padre de familia, debió leerse: “Se interna Figo por la derecha y centra para que remate Raúl”. Cosas del idioma complicado que tenemos.