Las autoridades sanitarias, además de lo del tabaco, han recomendado a las matronas que se lean los estudios que tienen hechos. Algunos de ellos recuerdan que hace veinte años el Materno atendía los mismos 7.800 partos de ahora con 23 matronas; que ahora hay 42 y que en total el número de personas adscritas al servicio alcanza las 110. A lo que hay que sumar los adelantos médicos y de gestión que han hecho mucho más llevadero el servicio. Las matronas en conflicto, lejos de querer entrar en razones, parecen empeñadas en una cruzada preocupante, máxime cuando han dejado de acudir a seis reuniones a las que han sido convocadas para abordar el conflicto. Dos de esas colgadas se las han dado a la Junta de Personal, donde están los sindicatos del Servicio Canario de Salud; otras dos, a los instructores de los expedientes, y otra a los auditores que analizan el servicio. Debemos suponer que no acudieron porque estaban ocupadas en el paritorio y no sobando con cara de angelito, ese ser que tanto inspira y que juega al golf como nadie.