El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Emblemático y disimulón
No es por nada, pero al Ayuntamiento de Soria (provincia de Las Palmas) se le acumulan las sentencias condenatorias. No sólo urbanísticas, sino también carnavaleras. Pero esa es otra historia. Observen con atención cómo es esto del urbanismo soriano: mamotretos que se levantan y edificios que crecen en un par de plantas sin que nadie sepa exactamente cómo ha sido. Lo mismo que pasó en el Valdemar, de Guanarteme, ocurrió con la licencia ahora anulada para La Caja en Triana. En su momento, siendo consejera de Política Territorial María Eugenia Márquez, el Ayuntamiento de Soria tramitó una modificación puntual para esa parcela de Triana. Se pretendía elevar en dos plantas el edificio administrativo de La Caja y permitir siete plantas también al solar de la entidad situado junto a ésta. La justificación dada a la Cumac, que aprobó la modificación con todos los informes desfavorables, se basaba en la necesidad de hacer ese favor a la señera entidad para que contara con una sede singular. La segunda excusa era la necesidad de tapar las medianeras de los edificios colindantes. Para tal fin, nada mejor que una infracción urbanística, nada mejor que contravenir el planeamiento de la zona. Hablamos de Triana.
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