No hay duda, el piloto era Zapatero, lo dice la Bolsa. Este podría ser un titular cojonudo para un artículo de opinión de algún sesudo periodista necesitado de miccionar más lejos que nadie. Tal artículo, para ser de manual, ha de analizar con todo lujo de detalles la relación entre el talante del presidente del Gobierno y el retraso que imprimió Spanair para publicar la lista de pasajeros del vuelo JK 5052, para llegar a la conclusión de que lo que se trataba de ocultar era que el tal ZP era el piloto y la ministra de Fomento, la sobrecargo. Y un primo de López Aguilar, el jefe de mecánicos de Spanair que despachó el aparato después de amarrar el motor izquierdo con una verguilla. No estamos exagerando ni un milímetro: ya está escrito y publicado. Los mismos que se gastaron un morro inmenso atribuyendo a ETA los atentados del 11-M a las 24 horas de estallar los trenes, se han tomado el mismo tiempo para adelantar que el Gobierno no va a aclarar nada y que la culpable es la compañía aérea.